LITERATURA INFANTIL Y CREACIÓN LITERARIA
Por: Marian Yamile Sánchez García
El portafolio que a continuación se presenta tiene el propósito de mostrar los trabajos realizados en el curso "Literatura Infantil y Creación Literaria" durante el 5° Semestre de la Licenciatura en Educación Preescolar con la asesoría de la maestra Marisa Minero Rubio. Dichas evidencias corresponden a diversas actividades o trabajos basados en los diferentes géneros literarios . De igual manera se habla sobre las características y del enfoque de la Literatura y Creación literaria en el trabajo con los niños del nivel preescolar considerando el Campo Formativo de Lenguaje y Comunicación del Programa de Estudio 2011, así como la importancia de la Intervención docente en el desarrollo de los niños.
Propósito del curso
El programa tiene como propósito fundamental explorar la literatura infantil como experiencia formativa vinculada al goce estético, el conocimiento de otras épocas y culturas así como al enriquecimiento de conocimientos y vocabulario. Este acercamiento se postula a través de una doble vía como lectores de textos y como productores activos de literatura en sus diferentes estilos o tipos de textos, especialmente los que más interés despiertan en los infantes en edad preescolar.
competencias del curso: |
COMPETENCIAS DEL PERFIL DE EGRESO A LAS QUE CONTRIBUYE ESTE CURSO: |
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ENFOQUE DE LA lITERATURA INFANTIL Y CREACIÓN LITERARIA EN PREESCOLAR
Debemos de ser conscientes de la importancia de la literatura infantil, no solo a la hora de desarrollar la capacidad recreativa, creadora, de expresión, imaginativa, etc., sino también en la adquisición de actitudes y valores, de conocimiento del mundo, de capacidad crítica y estética, de toma de conciencia y, en último término, en la toma de opciones. En todas las culturas, los cuentos han permitido a los niños y niñas explorar mundos lejanos o saberes complejos de su propio mundo proporcionándole modelos simplificados. Los cuentos ayudan simultáneamente a conocer y a estructurar su pensamiento poniéndole en contacto con problemas protagonizados en muchos casos por niños o niñas o por seres (animales, seres fantásticos) con los que ellos y ellas pueden identificarse fácilmente.
Los cuentos también permiten algo esencial en el pensamiento infantil: la reiteración. Al niño o niña no le basta pasar una vez por la realidad para entenderla. Pueden ver una película de forma incansable hasta que la conoce y la sabe; además, la “jugará” poniendo en funcionamiento su capacidad para simbolizar lo vivido. En este proceso, el niño y la niña aprenderá lo necesario para vivir esta realidad, sean habilidades sociales, frases mágicas o la existencia y nombres de objetos o realidades.
De acuerdo al Programa de estudios 2011 con el lenguaje, el ser humano representa el mundo que le rodea, participa en la construcción del conocimiento, organiza su pensamiento, desarrolla la creatividad y la imaginación, y reflexiona sobre la creación discursiva e intelectual propia y la de otros.
Es evidente que hay niños que llegan a preescolar con mayor conocimiento que otros sobre el lenguaje escrito. Esto depende del tipo de experiencias que tienen en su contexto familiar, porque mientras más ocasiones tengan de estar en contacto con textos escritos y de participar en una variedad de actos de lectura y de escritura, tendrán mejores oportunidades de aprender. Por ello hay que propiciar situaciones en que los textos cumplan funciones específicas y les ayude a entender para qué se escribe; vivir estas situaciones en la escuela es aún más importante para quienes no han tenido la posibilidad de acercamiento con el lenguaje escrito en su contexto familiar.
La interacción de los pequeños con los textos fomenta su interés por conocer su contenido y es un excelente recurso para que aprendan a encontrarle sentido al proceso de lectura, incluso antes de saber leer de forma autónoma, por ello es de suma importancia que el docente acerque a los pequeños a la literatura por medio de presenciar y participar en actos de lectura y escritura que permite advertir que se escribe de izquierda a derecha y de arriba abajo; que se lee en el texto escrito y no en las ilustraciones –pero también que éstas significan y representan algo en el texto–; que hay diferencias entre el lenguaje que se emplea en un cuento, en un texto informativo y en otros textos, así como identificar las características de la distribución gráfica de ciertos tipos de texto, la diferencia entre letras, números y signos de puntuación, entre otras cosas.
Al participar en situaciones en las que interpretan y producen textos, no sólo aprenden acerca de su uso funcional, sino también disfrutan de su función expresiva, ya que al escuchar la lectura de textos literarios o al escribir con la ayuda de la maestra expresan sus sentimientos y emociones, y se trasladan a otros tiempos y lugares haciendo uso de su imaginación y creatividad.
De acuerdo con los planteamientos anteriores, es necesario destacar que en la educación preescolar no se trata de que las educadoras tengan la responsabilidad de enseñar a sus alumnos a leer y a escribir de manera convencional, pero sí de que durante este trayecto formativo tengan numerosas y variadas oportunidades de familiarizarse con diversos materiales impresos, para que comprendan algunas de las características y funciones del lenguaje escrito y del sistema de escritura.
En la educación preescolar, la aproximación al lenguaje escrito se favorecerá mediante oportunidades que les ayuden a ser partícipes de la cultura escrita; es decir, explorar y conocer diversos tipos de texto que se usan en la vida cotidiana y en la escuela; participar en situaciones en que la lectura, la escritura y los textos se presentan como se utilizan en los contextos sociales: a partir de textos e ideas completos que permiten entender y dar significado; consultar textos porque hay razón para hacerlo, y escribir ideas para que alguien las lea.
De acuerdo a lo mencionado el papel de la educadora es de suma importancia ya que durante este proceso será la encargada de brindar experiencias a los pequeños con una gran variedad de actividades contextualizadas y apegadas a la realidad para que sean más significativas para los niños a fin de despertar la creatividad y el desarrollo de la imaginación, y sobre todo acercarlos a la lecto-escritura.
Los cuentos también permiten algo esencial en el pensamiento infantil: la reiteración. Al niño o niña no le basta pasar una vez por la realidad para entenderla. Pueden ver una película de forma incansable hasta que la conoce y la sabe; además, la “jugará” poniendo en funcionamiento su capacidad para simbolizar lo vivido. En este proceso, el niño y la niña aprenderá lo necesario para vivir esta realidad, sean habilidades sociales, frases mágicas o la existencia y nombres de objetos o realidades.
De acuerdo al Programa de estudios 2011 con el lenguaje, el ser humano representa el mundo que le rodea, participa en la construcción del conocimiento, organiza su pensamiento, desarrolla la creatividad y la imaginación, y reflexiona sobre la creación discursiva e intelectual propia y la de otros.
Es evidente que hay niños que llegan a preescolar con mayor conocimiento que otros sobre el lenguaje escrito. Esto depende del tipo de experiencias que tienen en su contexto familiar, porque mientras más ocasiones tengan de estar en contacto con textos escritos y de participar en una variedad de actos de lectura y de escritura, tendrán mejores oportunidades de aprender. Por ello hay que propiciar situaciones en que los textos cumplan funciones específicas y les ayude a entender para qué se escribe; vivir estas situaciones en la escuela es aún más importante para quienes no han tenido la posibilidad de acercamiento con el lenguaje escrito en su contexto familiar.
La interacción de los pequeños con los textos fomenta su interés por conocer su contenido y es un excelente recurso para que aprendan a encontrarle sentido al proceso de lectura, incluso antes de saber leer de forma autónoma, por ello es de suma importancia que el docente acerque a los pequeños a la literatura por medio de presenciar y participar en actos de lectura y escritura que permite advertir que se escribe de izquierda a derecha y de arriba abajo; que se lee en el texto escrito y no en las ilustraciones –pero también que éstas significan y representan algo en el texto–; que hay diferencias entre el lenguaje que se emplea en un cuento, en un texto informativo y en otros textos, así como identificar las características de la distribución gráfica de ciertos tipos de texto, la diferencia entre letras, números y signos de puntuación, entre otras cosas.
Al participar en situaciones en las que interpretan y producen textos, no sólo aprenden acerca de su uso funcional, sino también disfrutan de su función expresiva, ya que al escuchar la lectura de textos literarios o al escribir con la ayuda de la maestra expresan sus sentimientos y emociones, y se trasladan a otros tiempos y lugares haciendo uso de su imaginación y creatividad.
De acuerdo con los planteamientos anteriores, es necesario destacar que en la educación preescolar no se trata de que las educadoras tengan la responsabilidad de enseñar a sus alumnos a leer y a escribir de manera convencional, pero sí de que durante este trayecto formativo tengan numerosas y variadas oportunidades de familiarizarse con diversos materiales impresos, para que comprendan algunas de las características y funciones del lenguaje escrito y del sistema de escritura.
En la educación preescolar, la aproximación al lenguaje escrito se favorecerá mediante oportunidades que les ayuden a ser partícipes de la cultura escrita; es decir, explorar y conocer diversos tipos de texto que se usan en la vida cotidiana y en la escuela; participar en situaciones en que la lectura, la escritura y los textos se presentan como se utilizan en los contextos sociales: a partir de textos e ideas completos que permiten entender y dar significado; consultar textos porque hay razón para hacerlo, y escribir ideas para que alguien las lea.
De acuerdo a lo mencionado el papel de la educadora es de suma importancia ya que durante este proceso será la encargada de brindar experiencias a los pequeños con una gran variedad de actividades contextualizadas y apegadas a la realidad para que sean más significativas para los niños a fin de despertar la creatividad y el desarrollo de la imaginación, y sobre todo acercarlos a la lecto-escritura.